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Dos personalidades

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Tomás Mann, nació en Lübeck, en 1875. Era hijo de una familia prestigiosa, pero que iba decayendo en su nivel económico; no obstante, tanto él como su hermano Heinrich, también escritor, vivieron en un ambiente culto, tradicional. Hizo sus estudios en su ciudad natal y se nutrió de la filosofía alemana, viviendo en Munich. Viajó por Italia junto con su hermano y comenzó su carrera de escritor con el gran éxito de El pequeño señor Friedemann que, en realidad eran seis pequeñas novelas cortas, éxito que afianzó al editar una novela de muchos matices autobiográficos Los Buddenbrook, novela que, por otra parte, marcó el estilo de toda su obra que logró una culminación con La montaña mágica, a la que habían precedido los relatos que componen La muerte en Venecia, Tonio Kroger y Alteza real, aparte de sus ensayos como Consideraciones de un apolítico. En 1929, la Academia sueca acordó otorgarle el Premio Nobel de Literatura; además, la Universidad de Bonn, le otorgó el título de honoris causa y la Academia Literaria de Prusia, lo hizo uno de sus miembros. Pero, a Tomás Mann, fuera del mundo literario, le ocurrieron otros hechos trascendentes: en 1905 se casó con Katia Pringsheim, pero, años más tarde, el matrimonio vivió la tragedia del suicidio de dos de sus hijos. Además, su apoliticismo cambió de signo cuando Hitler subió al poder: se declaró enemigo del nazismo, y voluntariamente se exilió en Francia y Suiza. En 1939 se estableció en Estados Unidos, dictó clases en la Universidad de Princeton y adoptó la ciudadanía estadounidense. Durante el exilio escribió, entre otras, Carlota de Weimar, La ley y terminó una obra que estuvo escribiendo durante diez años -1933 a 1943 - su famosa tetralogía José y sus hermanos, donde se ensamblan freudismo y defensa de las libertades democráticas, y, finalmente, Doktor Faustus, publicada en 1947, obra en la que el mito se enmarca en la guerra recién terminada y el trágico destino de Alemania. Las obras de Mann, sin duda, uno de los escritores más representativo de la literatura alemana contemporánea, compendian un realismo moderno matizado de simbolismo.
Acabada !a II Guerra Mundial rehusó regresar a su país y fijó su residencia en Zurich, donde murió poco después de cumplir ochenta años (+1955).



Fritz Lang, nació en Viena, en.1890; se naturalizó ciudadano americano, 1935; murió en California en 1976. El trabajo de Lang, como director de películas, puede dividirse en el periodo alemán de 1919 a 1933 y el periodo americano de 1936 a 1956.
Su entrenamiento inicial como arquitecto se reflejó en las películas mudas del cine alemán, particularmente en su película El Destino, de 1921 y Metrópolis, de1926 en las que más que preocupación por los decorados, en estos films, Lang, se concentraba metafóricamente, en mostrar el mundo opresivo y las estrechas circunstancias materiales que determinan el ritmo de vida de las personas. En un clima político restrictivo Lang acudió a la metáfora para expresar sus preocupaciones políticas, como se muestra en El Dr. Mabuse, un jugador, filmada en 1922 y El testamento del Dr. Mabuse, de 1932, retratos metafóricos de un carácter tiránico, era profético de eventos históricos. (Esta última película, más tarde, fue prohibida por los nazis, acusando a Lang de atacarlos) la primera película legítima de Lang en M (1931) le vio marcharse de la calidad monumental, decorativa de sus películas silenciosas hacia un interés mayor en la psicología y desarrollo de carácter, un interés extendió en el periodo americano. Lang huyó de Alemania con la llegada de los nazis. Su primera película americana, Furia,1936, continuó con investigación en la psicología de violencia de la chusma y las venganzas personales. Furia fue la primera de una trilogía de películas que tratan con problemas de preocupación social, ahora, específicamente en los Estados Unidos, el tema de crítica social - del ambiente, leyes y convenciones - una preocupación permanente de Lang, también, le significaron trabas. Y si vino a América empujado por su conflicto con los nazis, en América se vio envuelto en conflicto con la política del sistema del estudio de Hollywood. Después de una batalla con los productores de Más allá de una Duda Razonable (1956) Lang dijo no haría ninguna película más en Hollywood, pero, por entonces, ya había dejado plasmadas sus ideas en 5 películas, que son clásicas en la cinematografía de Estados Unidos, incluso, Se vive solo una vez, (1937), La Mujer en la Ventana (1945) y El Gran Calor, películas que cruelmente expresan su visión triste y pesimista del mundo.