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Según estudios recientes, el ácido fólico, vitamina
del complejo B que es esencial para
prevenir algunos defectos congénitos, también puede
reducir el riesgo de sufrir infartos
cardiacos, ataques de apoplejía y ciertos tipos de cáncer.
Y si sus efectos se refieren a las
mujeres embarazadas, si se ingiere antes y durante el embarazo, puede
ayudar a prevenir
ciertos defectos congénitos del cerebro y la médula
espinal, que se denominan DTN -
defectos del tubo neural. Por eso, se recomienda que las mujeres en
edad fértil, consuman ácido
fólico en su dieta diaria que contenga unos 400 microgramos
de folato, que es la forma natural
del ácido fólico, tal como se encuentra en los alimentos.
No obstante, debe saberse, que el cuerpo
absorbe con más facilidad el ácido fólico de
los suplementos vitamínicos y alimentos fortificados
que el folato que están presente en los alimentos. La cocción
y el almacenamiento de los alimentos,
pueden destruir parte del folato que contienen; sin embargo, el cuerpo
no distingue el origen de la
vitamina que, una vez que ha ingresado en el torrente sanguíneo,
la función biológica que cumple
es la misma.
Y en cuanto a los hombres, los resultados de un estudio efectuado
con 15.000 varones indican
que existe una relación entre el escaso consumo de ácido
fólico y una elevada concentración de
homocisteína, aminoácido que se cuenta entre los factores
de riesgo de las enfermedades cardiacas.
La deficiencia de ácido fólico también se ha
asociado con la presencia en el colon de ciertos
tumores, llamados adenomas, precursores del cáncer de ese órgano.
De los 26.000 hombres y mujeres que participaron en otro estudio,
aquellos que tenían
adenomas de colon eran quienes ingerían menos ácido
fólico. Otras investigaciones indican,
además, que la deficiencia de esta vitamina puede aumentar
el riesgo de contraer cáncer de pulmón
y de cuello uterino.
Las fuentes naturales de ácido fólico son las naranjas,
las verduras de hoja verde oscuro, los
espárragos, algunas nueces y semillas y las legumbres deshidratadas.
No obstante, como la
dieta normal es pobre en este nutriente, cumpliendo las normas alimentarias
hay que incorporar
140 microgramos por cada 100 gramos de cereales, pan, pastas y los
otros alimentos llamados
enriquecidos.
Las Cetonas
Se llama cetona a cada uno de los compuestos caracterizados por tener
el grupo carbonilo
(-CO-) unido a dos radicales orgánicos; si dicho grupo se halla
unido a un anillo bencénico,
da lugar a una cetona cíclica. Las cetonas son compuestos resultantes
de la oxidación o de
la deshidrogenación de los alcoholes secundarios. Debido a
la presencia del grupo carbonilo
en su molécula, presentan propiedades comunes con los alcoholes
y con los aldehídos. Los
primeros términos de la serie son líquidos incoloros,
de agradable olor a flores.
La acetona es la más simple de las cetonas, de fórmula
CH3COCH3. Es un líquido
incoloro, ligero y muy movible e inflamable, de olor etéreo
y sabor picante, utilizado como
antihelmíntico. Miscible en agua y en disolventes orgánicos,
la acetona es un buen disolvente
de grasas y resinas, por lo que se utiliza en la industria de fabricación
de pinturas y barnices.
También encuentra aplicación práctica en la desnaturalización
del alcohol. Se obtiene del petróleo
por deshidrogenación del alcohol isopropílico, y del
almidón por fermentación (método Weizmann).
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