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Debemos tener presente que hay seis característica que no permiten
que las arañas, sean clasificadas como Insectos.
En primer lugar, no sufren ninguna metamorfosis pronunciada, sino
que salen del huevo en forma adulta. Como es natural, cuando la araña
abandona su cubierta embrionaria no puede ser mayor que ésta,
pero surge con el cuerpo blando, se llena de aire y se hace el doble
de grande, permaneciendo en este estado de hinchazón hasta
que su piel se endurece. Entonces se encuentra dentro de una coraza
mayor que ella, algo comparable a lo hacen las madres con sus hijos
a quienes compra sus primeros trajes crecerdocitos, es decir, para
que sirvan cuando el niño crezca.
También, hay que tomar en cuenta que las arañas no muestran
las incisiones, algo que es característica de los insectos,
que dividen su cuerpo en tres partes, mientras que las arañas
solo tienen dos regiones: la cabeza y el tórax forman una,
y el abdomen otra.
También, se distinguen las arañas de los insectos porque
tienen 3 pares de patas, los cangrejos 5 mientras que las arañas
tienen solo 4 pares. Pero más notable son los ojos de las arañas,
que no tienen ojos compuestos. La araña que vigila sus presas
desde la profundidad de su enorme red en su escondrijo (la tela de
araña) necesita un instrumento óptico completamente
distinto a los ojos del insecto volador. Ellas poseen una batería
de ocho ojos, colocados de tal forma que permiten ver un campo visual
amplio y facilitan una imagen, gracias a los diferentes ángulos
visuales y a la distinta óptica, de la imagen que visualiza
el hombre, con sus dos ojos encajados y colocados paralelamente, por
lo que no podemos formarnos una idea de lo que ve, como lo hace la
araña.
Y hablando de la respiración, éstas respiran, además
de por tráqueas por branquias adaptadas a la vida aérea,
lo que indica que descienden de animales acuáticos. La araña
joven posee verdaderas branquias, que más tarde se ocultan
bajo la cubierta del cuerpo, y solamente cuando se forman estas cavidades
respiratorias, que a causa de las branquias hojosas se denominan jilotráqueas,
parten de ellas los tubos aéreos llamados tráqueas para
distribuirse por el cuerpo.
Por último, las arañas producen hilos trenzados por
medio de glándulas especiales. Cuando los insectos son jóvenes,
las orugas por ejemplo, tejen con una saliva filamentosa, que se endurece
al aire; en cambio las arañas tejen un hilado de fibras retorcidas
por baterías de glándulas especiales. (Del alemán
sipinn=araña, deriva del verbo spinnen= hilar).
La araña sale del huevo terminada y con la estructura del cuerpo
hereda la capacidad de tejer redes y los hilos y tejidos, del primero
al último, son idénticos, sin ninguna variación
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