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El árbol genealógico de las ciencias

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Pueden dibujarse gráficas que muestren la historia de cómo las especialidades científicas actuales surgieron de las antiguas ciencias generalizadas. Así, por ejemplo, resulta evidente que la aerodinámica nació de la física, y la ornitología (el estudio de las aves) es, sin duda, una rama de la zoología. Pero algunas ciencias no pasan de ser nombres cómodos. La oceanografía, por ejemplo, puede llamarse ciencia, pero, en realidad, no es más que un campo de interés común para muchas clases de científicos. Cuando una nave de investigación oceanógrafica sale en un largo viaje, lleva a bordo un equipo científico mixto para estudiar las criaturas vivas en el agua del océano, el agua misma, el fondo de los mares, la corteza terrestre bajo los océanos y la atmósfera que está sobre ellos. Todos estos hombres son oceanógrafos, pero son también meteorólogos, geofísicos y biólogos.


Una ciencia puede dividirse en innumerables ramas. Los especialistas en huevos se llaman a veces ovólogos, y los que estudian el flujo de la materia son reólogos. Algunas de estas especialidades se olvidan cuando se pierde el interés por ellas; otras se transforman en grandes campos de investigación. La genética, que es el estudio de la herencia, era una especialidad menor de la biología hasta hace una generación, cuando las nuevas técnicas y descubrimientos le dieron el interés que ahora tienen.


Algunas ciencias se fusionan como raíces que se encuentran y se unen bajo la tierra. En otro tiempo, la biología no tenía nada que ver con la química, hasta que en el siglo XIX los químicos descubrieron que podían sintetizar muchos compuestos producidos por los organismos vivos; entonces las dos ciencias se unieron. La bioquímica es hoy una parte importante tanto de la química como de la biología y se le atribuyen los descubrimientos recientes de mayor importancia para la comprensión de la vida. La biofísica es, en este sentido, una ciencia híbrida.


Puesto que las ciencias se ramifican y se vuelven híbridas, no existe una forma clara de clasificarlas. Quizá sea un procedimiento tan práctico como cualquiera otro el de distribuirlas en grupos arbitrarios según la importancia y naturaleza de los objetos que estudian:
La física, primero de los grupos arbitrarios de las ciencias, se ocupa de los objetos más pequeños: las partículas subatómicas (protones, electrones, fotones, etc.) con las que se forman la energía y la materia. Pero también estudia el comportamiento de los átomos y de la energía en grandes cantidades.
La química estudia los átomos unidos para formar moléculas. Casi todo lo que existe en lo que existe en la Tierra está hecho de moléculas, y la química se subdivide muy detalladamente. Tiene tal importancia económica que los químicos son, con mucho, el grupo más numeroso de científicos.
La biología estudia las grandes moléculas que forman los seres vivos:virus, bacterias, protozoarios y organismos más grandes.


La ciencia de la Tierra ocupa a muchos diferentes especialistas en el examen de nuestro planeta. Los meteorólogos se especializan en la atmósfera y tratan de usar sus conocimientos cada vez mayores para predecir e incluso controlar las condiciones atmosféricas; los geofísicos, geoquímicos y geólogos estudian la Tierra en su conjunto y los detalles de su corteza.


La astronomía se especializa en el mayor de los objetos: el universo. Más allá de la Luna y los planetas están las estrellas de la Vía Láctea, y aún más allá se encuentran las galaxias exteriores, más de mil millones de ellas, que forman el universo conocido. El conocimiento del universo es cada vez mayor, pero las preguntas definitivas (como el tamaño del universo, cómo se formó y lo que le sucederá) siguen envueltas en el misterio.


Aunque abarcan mucho, estos grupos no agotan todos los campos de la ciencia moderna. Entre otras cosas, las matemáticas no entran en ninguna de estas categorías; son esencialmente un lenguaje que emplean todos los científicos en formas cada vez más complejas para describir y comprender la Naturaleza. Por otra parte, en estos grupos se omiten ciertas importantes subdivisiones de las ciencias y toda la vasta zona en donde la ciencia se aplica directamente al servicio del hombre.


La anatomía es, por ejemplo, una subdivisión de la biología que estudia exclusivamente la estructura y función de organismos completos.
La sicología y la medicina, que se sobreponen a la biología por una parte y a la ciencia aplicada por otra, estudian las características especiales de un gran organismo, el Homo sapiens u hombre moderno.
La tecnología, que es el campo de las ciencias aplicadas, comprende todos los frutos prácticos de la ciencia, desde la pasta dentífrica y los receptores de radio hasta los vehículos espaciales y sus gigantescas empresas, es decir, de los átomos a las estrellas.