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Algo sobre los beréberes

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Los beréberes constituyen la población característica del Norte de África y, más en concreto del Magrib. Pero si el sustrato poblacional es claramente beréber, sin embargo, este elemento hoy es considerado minoritario en relación con lo árabe. En realidad lo árabe y los beréber forman únicamente una falsa dicotomía planteada por motivos políticos más que fundamentada en realidades resumiríamos de ser de pura raza árabe y las lenguas romances, todas juntas, tendrían menos difusión que los dialectos beréberes.


En consecuencia, hoy día en el Norte de África resulta muy difícil establecer la frontera entre lo árabe y lo beréber. Al igual que en el caso de los beréberes en al-Andalus, que tuvieron más presencia en realidad que lo árabe, incluso en el Magrib, lo andalusí tiene más presencia en la química étnica y social que lo puramente árabe: recordemos las múltiples emigraciones, desde la del arrabal cordobés hasta el paso de los moriscos en 1609. En consecuencia, en la actualidad resulta anacrónico hablar de lo beréber como un fenómeno étnico.


Como ha destacado el profesor Hart, en la actualidad el fenómeno beréber es un elemento básicamente lingüístico. Se considera beréber únicamente a aquellos que hablan como lengua natal alguno de los dialectos beréberes. Y en cifras esa población ha quedado fuertemente reducida por el paso de la Historia humana. En cifras de comienzo de los años 80, el fenómeno lingüístico beréber apenas suponía un 2% en la población de Túnez, pero ascendía al 30% en Argelia y hasta el 40% en Marruecos.


Los orígenes del pueblo beréber han merecido múltiples especulaciones desde la misma Antigüedad clásica. Estas leyendas no rebasan el terreno de la curiosidad. Los griegos relacionaron la cuestión con su mitología; así Hesiodo podía indicar que Moros, la negra Ker y Tánato eran hijos de una madre concreta: la Noche. Por el contrario, para Platón todos los pobladores del Occidente eran descendientes de Poseidón , y los africanos eran Atlantes.
Los cartagineses de época helenística, tal y como va a transmitir el historiador latino Salustio , van a interpretar los orígenes de la siguiente forma : una buena parte de los norteafricanos eran descendientes de los medos o persas llegados en el ejército del mítico Hércules . De ellos procederían tanto los moros como los númidas.


Para otros autores, sin embargo en la misma línea que la banal interpretaci6n púnica, los beréberes eran descendientes de indios, mientras entre los autores hebreos y cristianos de los siglos III al V, alguno de ellos tan significativo como San Agustín, relacionaban los orígenes de los beréberes con los cananeos.
Este tipo de leyendas tendrá siempre buena acogida. En los autores árabes, desde el mismo siglo IX, nos va a aparecer un dato de forma recurrente. Tradici6n hist6rica que llegará hasta el gran historiador tunecino lbn Jaldun. De acuerdo con esta creencia, los beréberes en su origen no habían sido otros que los palestinos que, con la muerte de su rey Goliat, se vieron obligados a emigrar al Norte de África. Podemos preguntarnos por la realidad de estos pretendidos orígenes si procederían tanto los moros como los númidas.