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¿Hacia dónde vamos?

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Es posible que haya leído alguna noticia que anuncia el calentamiento de la Tierra y, como simple ciudadano, no le haya dado importancia, pero no es igual que los países no se preocupen de este fenómeno, porque estamos poniendo en peligro la vida en nuestro planeta y las vidas de las generaciones venideras.
La mayoría de los científicos creen que el calentamiento global hará que la temperatura media se eleve 1º Celsius hacia el año 2030 y en 4º Celsius cuando esté terminando este siglo XXI.

He aquí algunas causas que provocan este peligroso calentamiento terrestre: El agujero de ozono que se abre todas las primaveras en la Antártida es causado por la emisión de clorofluorcarbonos, productos químicos que producen las grandes industrias y la contaminación del aire causada por millones de automóviles y motores que queman petróleo. Este agujero en la capa de ozono implica que una mayor parte de los rayos ultravioleta del sol alcance a la Tierra, lo que trae como consecuencia un incremento de cánceres de piel y, además, es un peligro para los cultivos.


El efecto invernadero.
El dióxido de carbono, además de otros gases de la atmósfera, hace el papel del cristal de un invernadero, que permite el paso de los rayos solares, pero retiene parte del calor que, de otra forma, se reflejaría de vuelta al espacio. La lluvia ácida, principalmente, se origina por el azufre y el nitrógeno que despiden las centrales eléctricas y los motores de los automóviles. Esta contaminación al combinarse con el
vapor de agua, los rayos solares y el oxígeno en la atmósfera, producen ácidos sulfúrico y nítrico, cae en forma de lluvia e incrementa la acidez de los lagos y los ríos, lo que afecta a la flora y a la fauna que se alimenta de ella. En Suecia, por ejemplo, unos 2.200 lagos, a causa de las lluvias ácidas, están en un estado casi sin vida o casi biológicamente muertos o amenazados.Además, la contaminación, en las ciudades acarrea serios problemas; en la capital de México, en 1989,la contaminación urbana obligó a suspender las clases en los colegios.

La contaminación urbana produce en las personas irritación en los ojos, tos y asma, y hasta daña la estructura de los edificios de las ciudades.
También, el mar sufre con las actividades del hombre, porque siempre ha sido usado como un vertedero de los desperdicios del hombre. Hagamos notar en primer lugar que, deliberadamente, se derraman 1.000.000 de toneladas de petróleo, cada año, amén de los productos químicos provenientes del vertido de agua residuales, o de los fertilizantes y desperdicios industriales que nutren a las algas y que incrementan su número y, como consecuencia, aumenta la cantidad de veneno que entra en la cadena alimenticia.
Se calcula, por ejemplo, que Japón se producen, cada año, unas 50 oleadas de algas tóxicas. El uso de productos químicos, sean pesticidas y fertilizantes - como la cantidad de nitrato utilizado en la agricultura-, interfieren en los ciclos de la naturaleza y puede conducir a la contaminación de las aguas.


Otra alteración de la Naturaleza causada por el hombre es la deforestación de los bosques, sea para ganar terrenos para obtener madera o para crear tierras de cultivo.
Una sola cifra puede servirnos para comprender el daño que hacemos: más de 500.000 árboles se talan cada semana para fabricar el papel necesario que los norteamericanos tengan los periódicos dominicales. Y, sin embargo, suponiendo que reemplacemos estos árboles, debemos esperar muchos años para que alcancen el tamaño de los talados.
Como última consideración para formarnos una idea del tipo de sociedad en la que nos ha tocado vivir, mencionemos que los recursos de la Tierra son utilizados con enormes diferencias entre las naciones industrializadas y las llamadas naciones en vías de desarrollo. Aunque las primeras tengan una población mucho menor, el 20% de los países ricos consume el 70% de la energía del mundo, el 75% de sus metales, el
80% de las maderas y el 60% de sus alimentos.