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Europa ha sido foco de civilización desde que nació para la historia; sin embargo, todavía no se había constituido en naciones. Heredera de la cultura griega, heredera de Roma, de la concepción judeo-cristiana de la vida, así como de las fecundas energías germánicas y escandinavas, Europa ha vivido durante quince siglos una aventura que es única en la historia del mundo.


Vistos desde muy cerca, sus anales ofrecen la imagen de un campo cercado o bien de una selva impenetrable. Vistos desde arriba, vueltos a colocar dentro de la escala mundial, su evolución aparece como un fenómeno profundo de transfiguración del hombre y de la tierra en beneficio del hombre. Gracias a Europa, el mundo ha evolucionado vertiginosamente, en estos últimos quince siglos, como no lo había hecho durante milenios. Hoy, a fuerza de haber prodigado sus lecciones a los demás pueblos, Europa ha dejado de ser el único crisol donde se prepara el futuro. Olvidando aquello que aún los separa demasiado, ha llegado el momento de que los europeos tengan por fin conciencia de la incomparable misión humana que les ha sido encomendada desde sus orígenes y recuerden que tal misión, por encima de sus rivalidades y de sus odios, siempre los unió formando un solo pueblo. Es preciso que miren hacia atrás, no para deleitarse en el recuerdo de sus glorias muertas, sino para hacer surgir una nueva luz.


La historia de Europa comienza en una leyenda;
Europa era una mujer muy bella, con piel de lirio, que vivía en Fenicia, donde Agenor, su padre, era rey. Un día, mientras jugaba con sus amigas a la orilla del mar, la vio el ardiente Zeus, quedó prendado de ella y se transformó en blanco toro para acercársele. Confiada, Europa montó sobre el lomo del animal. No bien lo hizo, el toro se lanzó al agua y atravesó el mar con la joven fenicia sobre él hasta llegar a la isla de Creta. De aquella unión nacieron cuatro hijos: el heroico Sarpedón, héroe asiático, y Minos, Eaco y Radamanto, tres legisladores tan famosos que luego llegarán a ser jueces indiscutidos de los infiernos...
Aquí la leyenda se aleja para dar paso a la historia.