Portada


Conocimientos elementales

Otros textos



Físico-Químicas

Empezaremos por definir lo que es un cuerpo: Es todo lo que ocupa un lugar en el espacio - el ordenador, una casa, un papel, un microbio, el aire etc.-, todo eso es un cuerpo, que está integrado por materia o sustancia. Esta materia es muy diversa de formas o aspectos, es decir, es lo que apreciamos con nuestros sentidos y que designamos con diferentes nombres, como madera, piedra, celulosa, hierro, barro, pintura etc.


Además, toda sustancia tiene propiedades particulares, como ser blanca o cristalina, pero tales propiedades no son invariables y cuando ocurre su modificación, decimos que se ha producido un fenómeno, como por ejemplo, lo decimos cuando cae una piedra, cuando un clavo es atraído por un imán o cuando arde el alcohol. Ahora bien, la piedra cae porque una fuerza llamada gravedad la atrae hacia el suelo; el clavo, en cambio, responde a la atracción de una fuerza llamada magnetismo y el alcohol arde debido a una fuerza llamada afinidad, que lo une al oxígeno del aire.


Todas estas fuerzas tienen un factor común que las impulsa, una especie de motor común que llamamos energía. A esta altura de nuestro resumen, debemos distinguir dos clases de fenómenos, los físicos, que no alteran la sustancia de los cuerpos y, lo químicos, que sí las alteran. El clásico ejemplo del fenómeno físico es el agua, que al ser helada se convierte en hielo, en ambos estados sigue siendo agua; pero si se hace arder el carbón, éste se combina con el oxígeno del aire y forma un nuevo cuerpo, que llamamos anhídrido carbónico.


La física estudia las propiedades generales de los cuerpos y de las sustancias y los fenómenos físicos que éstos experimentan. Los cuerpos presentan tres estados físicos - sólido, líquido y gaseoso. El primero tiene forma y volumen propios (una mesa), un cuerpo es líquido si tiene un volumen constante y adopta la forma del recipiente que lo contiene, pero la superficie superior es plana (agua, glicerina, vino), y gaseoso es un cuerpo sin forma ni volumen propio, aunque los gases ocupan totalmente el recipiente que los contiene, impulsados por una fuerza llamada difusión.


Si dividimos y seguimos subdividiendo, un trozo de materia llegaríamos a una porción muy pequeña, eso sí, en esta porción la materia conservaría todas sus propiedades. Es lo que llamamos moléculas. Por tanto, podemos considerar los cuerpos como una suma de conglomerados de moléculas y, si ellas están muy juntas, forman un cuerpo sólido; en cambio si están en distancias intermedias forman un líquido. Esto se debe a que actúan dos fuerzas moleculares -la cohesión, fuerza atractiva que puja por unirlas, y la repulsión, fuerza disgregadora, que tiende a separarlas. Y es lógico pensar que en los cuerpos sólidos hay un predominio de la cohesión, en cambio, en el gaseoso la fuerza que manda es la repulsión, mientras que en los líquidos hay una nivelación de ambas fuerzas moleculares.