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Así se denomina la
terapia que recurre a las plantas y que fue la forma de curación
única del hombre primitivo, el mismo recurso que empleaban
los animales desde tiempos inmemoriales que podían reconocer
las plantas que debían comer para sanar alguno de sus malestares.
Es sabido que la farmacopea moderna, también, ha recurrido
a las plantas para encontrar sustancias curativas, que ha logrado
sintetizar y darle las presentaciones de la medicina moderna.
Un ejemplo muy conocido es el escorbuto, enfermedad que se conoce
desde el siglo XIII, que afectaba a las poblaciones pobres, durante
las guerras a las ciudades sitiadas y a las tripulaciones de los barcos.
Se pensaba que era producto de una mala alimentación, al frío
húmedo, al beber aguas impuras, saladas o turbias y, más
tarde, a la nutrición deficitaria de alimentos frescos. En
realidad la enfermedad se debe a la falta de Vitamina C, que es el
ácido ascórbico.
El escorbuto se inicia con una debilidad progresiva del organismo
y dolores articulares, especialmente en las piernas. Se producen úlceras
en las encías, que sangran, la mucosa bucal se recubre de manchas
azuladas y los dientes se descarnan; más tarde se producen
trastornos que pueden ser causante de la muerte del enfermo. ¡Y
todo por falta de ácido ascórbico o vitamina C.!
Se cuenta que el célebre marino británico James Cook,
descubridor de muchas tierras para su país, pese a sus largos
viajes, era famoso porque mantenía sana su tripulación,
mientras otros navegantes perdían muchos tripulantes atacados
por el escorbuto. El secreto de Cook para esta fama radicaba en su
preocupación por la dieta de sus marineros; en ella nunca faltaban
el berro , las coles, y, especialmente, el jugo de lima-, una especie
de limón- o jugo de naranjas. Todos estos alimentos proporcionan
al organismo las indispensables dosis de vitamina C, y la lima - lime
en inglés-, sirvió para que el barrio de los marineros
,al norte de río Támesis, se le conociera como "Limehouse"
El escorbuto es cosa del pasado, pero la vida moderna nos ha traído
otras condiciones de vida que acarrean el estrés, fruto de
una exagerada demanda de esfuerzos a nuestro organismo, tanto físicos
como psíquicos, éstos, se producen, por ejemplo, cuando
el individuo debe tomar decisiones importantes., sea en su trabajo
o en su vida social o familiar El estrés es la respuesta de
nuestro organismo, si se le somete a situaciones como las descritas.
En estos casos, entra en juego la fitoterapia, porque hay plantas
que nos ayudan a mantener el necesario equilibrio, que cubren con
más "naturalidad" el papel de las benzodiacepinas,
es decir, los ansiolíticos convencionales. Entre estas plantas
- que actúan sobre las funciones nerviosas -podemos mencionar
la camomila, y otras plantas que producen efectos sedantes o relajantes
musculares como el azahar, la valeriana, la lavanda, la melisa y la
mejorana. Sin duda, que la más conocida de todas es la valeriana.
La raíz de la valeriana es usada en casos de ansiedad, de sueño
irregular, dolores de cabeza o variaciones del ritmo cardiaco.
La hierba de San Juan se recomienda como eficaz antidepresivo, siempre
que no interfiera con otros medicamentos y el regaliz se ayuda en
los casos de afecciones en las vías respiratoria superiores.
También hay que mencionar a la manzanilla que mejora la digestión
Desde mucho tiempo atrás, hay profesionales de la medicina
que no dan importancia al papel de las plantas, aunque, en verdad,
la fitoterapia debería ser una asignatura obligatoria en el
estudio de la Medicina.
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