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"Mediante el mito, mediante el empleo continuo de paralelos
entre lo contemporáneo y lo antiguo, emplea un método
que muchos otros utilizarán después de él
Es
una forma sencilla de abarcar, de ordenar, de dar forma y significado
al inmenso panorama de trivialidad y anarquía que es la historia
contemporánea. Constituye un paso encaminado a lograr que el
mundo moderno ingrese al arte". Tal escribió el poeta
británico, de origen norteamericano, T. S. Eliot para juzgar
la obra de Joyce, nacido James Augustine Aloysius Joyce, (2 de febrero
de.1882 en Dublín, Irlanda, Reino Unido, ahora República
irlandesa) y +13 de enero de1941, en Zurich, Suiza).
Es curioso anotar que siendo un enamorado de Irlanda, despreciaba
a los irlandeses, a los que calificaba como "la raza más
atrasadas de toda Europa". Por eso, talvez, vivió la mayor
parte de su vida en un destierro voluntario, luchando contra la pobreza,
contra su endeble salud, contra el prejuicio y contra una ceguera
casi total.
Joyce durante tres años asistió al Conglobes Wood Collage,
colegio jesuita y a los 11 fue alumno del Beldevere, otro colegio
jesuita. Ahí escribió varios ensayos que le fueron premiados,
como el que tituló Mi héroe favorito, porque ya a los
15 años el errabundo Ulises era su héroe ideal; al año
siguiente estudió en el Colegio de la Universidad y a los 20
años, ya graduado de bachiller, era un avezado lector que podía
leer en latín, francés e italiano; incluso, aprendió
noruego para poder leer a Ibsen en su lengua original. Desde su juventud,
utilizó un lenguaje plagado de símbolos violentos, rechazando
los mitos localistas y modelando una extensa mitología del
mundo moderno. En el año 1902, asfixiado por el ambiente de
Dublín, viaja a Europa por segunda vez, ahora, con Percebe
de Nora y se casó con ella, dos años más tarde.
La pareja vivió, principalmente, en Trieste, Zürich y
París. Después de la invasión alemana de Francia,
los Joyce volvieron a vivir en Zürich.
Mientras tanto, se quebrantó su salud (sufría de las
muelas y carecía de dinero para pagar a un dentista el tratamiento
que mejorara sus dolencias). Pero, debió regresar a casa, porque
su madre estaba moribunda y su estado empeoró por la negativa
del hijo a confesarse y ser un devoto seguidor de la Iglesia.
Ocurrieron otros sucesos a sus 22 años.
James había heredado la hermosa voz de tenor de su padre y
participó en el Festival Nacional, esperando ganar el premio,
cosa que había logrado el año anterior el famoso tenor
John McCormack. Entusiasmó al auditorio y parecía segura
su victoria y pese a que los jueces quedaron muy impresionados, pusieron
un tercer requisito: cantar una partitura sin haberla leído
antes. Se negó, alegando que no se podía interpretar
una composición musical, fielmente, sin haberla estudiado.
Y abandonó el concurso, pese a sus posibilidades de ganarlo.
Durante los veinticinco años siguientes, su vida fue de exilio
y sufrimientos, y de esfuerzos constantes para que le publicaran su
colección de obras cortas, relacionadas con Dublín,
pintándola como una ciudad infectada de parálisis moral.
Aceptado el texto para su publicación, en 1906, Dublinérs,
sea por timidez de los editores o de otros obstáculos, la primera
edición solo se hizo en el año 1914. La publicación
inicial de Joyce fue un libro de versos, titulado Música de
Cámara, en 1907. James, desde 1904, se había propuesto
escribir una larga novela autobiográfica, titulada Stephen
Hero, cuyos fragmentos sustanciales, supervivientes, fueron impresos
en 1944, es decir, tres años después de su muerte, como
obra póstuma. Los materiales de este trabajo fueron rehechos,
condensados y drásticamente reformados del libro Un Retrato
del Artista como un hombre joven (1916) en los que Joyce mostraba
las fases del embrión del artista, Stephen Dedalus, librado
de los refrenamientos impuestos en él por familia, raza y la
iglesia. Joyce, en ella, desarrolló correcciones técnicas
y estilísticas que habían escapado a su atención
en Dublinérs. Con Un retrato, Joyce empezó a ganar reconocimiento
como destaca la letra negrita en un texto, es decir, como un escritor
original. Desde marzo de 1918, comenzaron a publicarse, como folletín
en la revista El egoísta, una revista de vanguardia, capítulos
de la futura novela, titulada Ulysses, que ningún editor inglés
o irlandés, aceptó imprimir "una obra de ese género";
por eso, hubo de importarse los pliegos desde Estados Unidos.
Ulysses es una proyección panorámica de la nostalgia
de Joyce. Igual que de la narración épica de la que
toma su nombre, es un relato de vastas proporciones de exilio y de
viajes, de una búsqueda descabellada, con intermedios desesperados,
y resignación final. Tardó siete años en terminar
la novela y cuando James cumplía cincuenta y siete años,
fue posible que lo leyeran en Estados Unidos. Pero el escritor se
estaba quedando ciego - se sometió a diez intervenciones quirúrgicas,
sin anestesia - y se vio obligado a manuscribir miles de grandes folios
con letras de gran tamaño, desplegando su sorprendente riqueza
de vocabulario. Además, nunca estuvo libre de agobios económicos,
por las exiguas entradas que le proporcionaban sus libros, nunca aliviada,
pese a la ayuda de algunos amigos y admiradores.
Publicado en París, en 1922, Ulysses fue una novela prohibida
en muchos países y permaneció prohibida, hasta las 1933
en Estados Unidos y en el Reino Unido hasta las 1936, porque con el
tiempo el libro y su autor, habían ganado una reputación
internacional. Aunque, es verdad que el modo de decir las cosas de
Joyce, presenta tantas dificultades ha sido preciso escribir incontables
capítulos, tesis, folletos y cinco libros enteros a modo de
explicación, pero todavía, una novela polémica,
Ulysses, es un libro que logra reconocimiento, gradualmente, como
uno de los mayores logros literarios del siglo XX.
Pames Penyeach, Paris,1927, más interesante y viva que Música
de Cámara, fue ensombrecida por fragmentos de un nuevo libro
en marcha Trabajo en Progreso, titulo provisional que empezó
a aparecer de 1924 y que desconcertó a la mayoría de
los admiradores de los primeros escritos de Joyce; el libro completo
Finnegans Wake, (1939), barrió las limitaciones de idioma,
espacio, tiempo e individual en un esfuerzo por representar; al modo
de un sueño, el todo de la historia de humanidad, experiencia
y relaciones personales y sociales. Desde que 1939 la crítica
y los becarios tienen trabajo en Finnegaw Wake, para desenredar alguna
parte y los hilos de las complejidades de volumen y maneras del libro.
Aún así, bastante se ha explorado para revelar la gran
ambición de Joyce para establecer si su dominio prodigioso
de los recursos del idioma, acerca de si el escritor era un inmenso
talento descaminado, finalmente, por su propio virtuosismo en una
construcción de una futilidad casi incomprensible, o un escritor
que ha dominado la literatura del siglo con trabajos que no solo han
extendido fronteras de literatura, sobre las limitaciones del entendimiento
del hombre mismo, de sí mismo. Y refiriéndose por su
estructura verbal, un crítico escribió "Al principio
era el Verbo, y el Verbo era la vida; al final solo era palabra",
y es indiscutible que fue un creador original irritante e inspirador.
Amplió el soliloquio shakesperiano desarrollando un monólogo
interior de extensión, amplitud y riqueza sin precedentes y
el primer en emplear la corriente de la conciencia como un desbordamiento
avasallador de asociaciones libres, siendo un genio que unió
lo cómico con lo cósmico, un renegado jesuita dotado
de la lozanía de Rabelais y la crudeza de Swift, James Joyce
fue un escritor de tanto influjo que los imitadores fueron inevitables
y de estilo tan único que la imitación fue imposible.
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