La madera |
||
La industria maderera realiza el estudio de esta materia con fines prácticos en institutos especiales. Como sucede con todo, también aquí ha progresado el estudio de tal forma que se ha publicado una literatura abundante sobre la madera, se ha descubierto mil veces más de lo que se pretendió, y se han planteado por lo menos tantos enigmas como conocimientos se han adquirido hasta el día.
En Arizona existe un laboratorio de los anillos anuales, que publica boletines desde 1933, y en el que se han preparado científicamente más de un millón de cortes de madera. En Estocolmo se utiliza; un aparato que aumenta los cortes de madera y los hace recorrer un campo visual, cuenta automáticamente el número de capas, registra su anchura con la precisión de 1/100 mm y elabora matemáticamente los resultados. Este registrador de anillos prepara en una hora muchas docenas de huellas dactilares, que, es lo que verdaderamente representan estas firmas. Cada especie de árbol reacciona de una manera distinta frente
al clima; cada región posee su clima propicio o clima local;
cada año transcurre con una cierta sucesión de horas
de sol y de nubosidad, de sequedad y lluvia y fríos, de viento
y de calma, y así se origina un anillo que tiene unos detalles
tan característicos como las huellas dactilares. Por el anillo
se puede reconocer la marcha del año, lo mismo que el catador
de vinos las reconoce por el vino. Por eso se llama a los troncos
los anuarios de la meteorología.
|
||