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La geografía física describe como por el norte de África,
a través de Arabia el Cercano Oriente y en lo profundo de Asia
en el norte de los Himalaya, corre el árido cinturón
que separa las zonas templadas de las selvas tropicales que circundan
el Ecuador. La vida en estas zonas, quitando los valles ribereños
de los grandes ríos, dependía de la movilidad para aprovechar
los irregulares y dispersos crecimientos de los pastos. A medida que
los hombres dedicados a la agricultura domesticaban los animales de
las estepas y de las tierras semidesérticas - los caballos,
los asnos y los camellos-, se fue creando una vida pastoril nómade.
Y esta movilidad en busca del sustento, muchas veces, los llevó
a chocar con los asentamientos vecinos.
Al iniciarse el tercer milenio a.C., hacía dos siglos que varios
pueblos estaban asentados como agricultores en los suelos de Europa
y, entonces, en los fértiles valles ribereños del Cercano
Oriente ya había hecho su aparición las primeras zonas
urbanas. En las estepas eurásicas al norte del Mar Negro, en
el Cáucaso y en el cinturón montañoso que forman
el Taurus y el Zagrus, el caballo fue el que proveyó la llave
a los agricultores y pescadores confinados a las corrientes de agua
de las estepas. Ahora, tuvieron el medio para movilizarse en busca
de las dispersas zonas de pastoreo. Los caucasianos, que habían
inventado vehículos con ruedas de madera, pudieron movilizarse
y los pueblos que adoptaron estos vehículos, hicieron que estas
zonas se cubrieran de caminos y, al mejorar sus economías en
tierras más fértiles, buscaron otros suelos, siempre
más allá. Estos pueblos, se movilizaron hasta adentrarse
en el Asia Central, y se encaminaron más allá, hasta
el Mar Caspio, por el sur, y siguieron hacia el este, hasta aproximarse
a los filos fronterizos del continente hindú.
Este proceso de migración, se refleja muy bien en las sorprendentes
asimilaciones idiomáticas del grupo indoeuropeo que, por una
parte, se engarzan con el sánscrito y el persa, y, por otra,
con idiomas europeos como el griego, el latín, el francés,
alemán e inglés Los primeros escritos conocidos con
forma de indoeuropeo son textos del segundo milenio a.C., del pueblo
hitita. También hay referencias en textos de Mesopotamia que
se refieren a una tribu llamada Mitanni, en la que se encuentran nombres
propios de los europeos, significativamente aquellos utilizados para
el manejo y adiestramiento de los caballos.
Está comprobado que durante estas extensivas migraciones, que
comenzaron al comenzar el segundo milenio y que penetraron en los
territorios del sur, desplazándose desde la zona de las estepas
y, aunque eran pueblos iletrados, trajeron sus influencias idiomáticas
a un mundo que estaba más civilizado que ellos.
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