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CÓRDOBA y su MEZQUITA Al conquistar los árabes una gran parte de España a
partir del 711, no sólo trajeron a Europa una cultura más
desarrollada, sino que introdujeron también la arquitectura
islámica, que tanta influencia tuvo en la española,
sobre todo en Andalucía. Córdoba, a la sazón,
con una población de medio millón de habitantes, unos
buenos sistemas de riego, una próspera industria y un magnífico
conjunto de edificios públicos (más de 300 mezquitas,
numerosos palacios, colegios, universidades, hospitales y baños),
era la ciudad más próspera y culta de su tiempo. Como
centro de un extenso reino que se extendía hasta los Pirineos,
la ciudad mantuvo su esplendor como foco de la cultura islámica
en Europa hasta las querellas intestinas (1009-1010), que desembocaron
en los reinos de taifas. Poco a poco, la ciudad, debido a problemas
internos, inicia su declive en favor de Sevilla. Cuando Femando III
el Santo conquista Córdoba en 1236, la ciudad ya estaba arruinada
económicamente. El centro del poder islámico se trasladó
al reino de Granada, gracias a la dinastía nazarí. EL TEMPLO DE ANGKOR
EL TÍBET, en lo alto de la meseta del Himalaya, ha mantenido
durante mucho tiempo una característica identidad cultural
en torno al Vajrayana o budismo tántrico, practicado desde
el siglo VII. El Pótala reúne las tradiciones de su
historia dentro de un enorme conjunto, centro político, religioso
e histórico del Tíbet. El palacio tiene una longitud
de 400 metros y 13 pisos. Alberga en su interior el palacio Blanco
(1645-1690), construido por el quinto Dalai Lama para conmemorar el
restablecimiento de la capital tibetana, y el palacio Rojo (1690-1694),
edificado a su muerte en 1682. El palacio Blanco sustituyó
a un monasterio anterior, del siglo VII, y acogía las funciones
El Dalai Lama, autoridad espiritual y temporal del pueblo tibetano,
tiene su sede, desde el siglo XVII, en el palacio de Lhasa. Para encontrar
al sucesor del Dalai Lama se realiza una exhaustiva y prolongada búsqueda
del niño en el que se haya reencarnado el espíritu del
lama después de su muerte. El niño es educado por los
monjes y llevado a palacio, donde gobierna un regente v un consejo
hasta que aquél alcance edad de gobernar.
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