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THOMAS PAINE    

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Este británico (1737+1809) hijo de  padre cuáquero y de  madre anglicana, recibió una educación muy escasa, que consistía en saber leer, escribir y hacer algunas operaciones aritméticas. Sin embargo,  llegó a ser el más impor-tante revolucionario norteamericano, luchando contra las ideas predominantes y aceptadas de su tiempo, como el sexismo,  la superstición,  la esclavitud, el racismo y  la monarquía, a la que se opuso difundiendo la idea de la  república.

Paine vivió siempre en medio de apuros económicos y al ser nom-brado oficial de impuestos,- su tarea era perseguir a los contrabandistas de licores y tabaco-; sin embargo, pese a sus estrecheces, compraba libros para ilustrarse. Su suerte cambió al conocer a Benjamín Franklin, quien lo animó a buscar fortuna en América, dándole cartas de presentación. Llegó  a Norteamérica en 1774.  Editó  la  Revista de Pennsylvania y, bajo seudónimo, comenzó su labor como escritor publicando artículos muy polémicos para su época, como “Esclavitud africana en América”. Al alzarse las Colonias, Paine  sostuvo que no solo había que rechazar los nuevos impuestos, sino que también debía demandarse la independencia,  idea que sostuvo en su artículo “Sentido Común”, que alcanzó los 500.000 ejemplares y  pavimentó el camino para la unánime Declaración de la Independencia, ratificada el 4 de julio del mismo año. Y cuando las tropas de Washington estaban a punto de desintegrarse, escribió en su panfleto “La crisis americana”: Estos son los tiempos en que se prueban las almas de los hombres.  Washington ordenó que este panfleto se leyera a todos sus soldados.  

Al finalizar exitosamente la lucha independentista, este británico-norteamericano volvió a verse en apuros económicos, porque nunca aceptó los beneficios de sus panfletos que se habían vendido por miles y miles. Viajó a Europa y para detener el intento del Primer Ministro William Pitt de guerrear contra Francia, advirtió a los británicos que las guerras solo acarreaban más impuestos. Luego, concentró su atención en la Revolución Francesa y respondiendo a las críticas de Edmund Burke a los avances civiles del pueblo francés,  - pese  a que admiraba a Burke por su apoyo a la independencia   norteamericana-, en 1791, le contestó con su célebre “Derechos del Hombre”, cuya la segunda parte,  abarcaba sus ideas sobre el estado, las luchas sociales en los países europeos, defendiendo la idea de las repúblicas. Paine, contrario a  las monarquías, fue encarcelado por Robespierre por sus esfuerzos para salvar la vida del rey, porque no aceptaba el régimen del Terror.  Mientras estuvo en prisión, escribió la primera parte de Edad de la Razón - 1874-, una exposición para señalar el verdadero lugar de la religión en la sociedad. Paine, pese a reverenciar al Creador, escribió: Cuando leemos las obscenas historias, las voluptuosas perversiones, las ejecuciones crueles y tortuosas, el carácter imperativo e implacable que rezuma la mitad de la Biblia, sería más coherente llamar a éste, el mundo de un demonio antes que el mundo de Dios: ha servido para corromper y brutalizar a la humanidad. Tres años más tarde publicó su más célebre panfleto “Justicia Agraria”.

                             A raíz de su muerte el diario  The New York Citizen, escribió: Vivió mucho, hizo algún bien y mucho daño. En cambio, The Times, de Londres, lo definió como “El Voltaire inglés”.