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Iván Petrovich Pavlov

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Este es el caso singular de un científico, nieto e hijo del párroco de una pequeña localidad próxima a Riazán (Rusia) que interrumpió su obligada carrera eclsiástica, al leer ya con 20 años el libro que Georges Henry Lewses, The Physiology of Common Life, publicado diez años antes y recién traducido al ruso, aunque la religión dejó profunda huella en la orientación intelectual de su vida y de su obra. Nueve años más tarde había cursado los estudios universitarios y terminado su carrera de Medicina en la Academia Médico-Militar. Aquí conoció y trató- ¡para suerte suya! -, a Daniel Mendeleev, que realizaba los estudios preliminares para el establecimiento del sistema periódico de los elementos. Pavlov sirve de ayudante a tres eminencias, Setchnov, famoso por sus trabajos sobre la fisiología sanguínea, Cyon, inteligencia superior en fisiología y . S.P. Botkin, famoso internista.

Dos años más tarde decide casarse con la educadora en profesión, Serafina Karchvokaya, una ayuda indispensable en sus futuras investigaciones. Ya casadose presenta al grado de doctor en Medicina con una tesis sobre la acción de los nervios sobre el corazón. Recibió su diploma en 1883.Todavía hay que agregar que siendo estudiante viajó a Alemania, donde quedó deslumbrado por los estudios y la acogida que le dispensaron en Heideheim. Aquí inició sus trabajos sobre la función de las glándulas digestivas. Recibe la beca Wylie y parte a Breslau para volver al alero de Heideheim y continuar con los estudios digestivos, pero a los dos años, su profesor le aconseja buscar cosas nuevas. Estamos en 1886; al año siguiente publicó en lengua rusa la monografía titulada "El trabajo de las glándulas digestivas", hoy clásica, pero conocida como El Antiguo Testamento de la fisiología digestiva, que tampoco tuvo gran difusión por estas escrita en ruso. Una circunstancia vino en su ayuda: la celebración, en San Petersburgo, del XII Congreso Internacional de Medicina. Ahí conoció al doctor mexicano Vergara y López, a cargo del Laboratorio de Fisiología , lo que equivale a decir que México fue el primer país en reconocer los trabajos de investigación de Pavlov, que ya sumaban veinticinco años, para que solo entonces fueran divulgados universalmente.

En 1904,, obtuvo el Premio Nobel por sus trabajos sobre fisiología de la digestión, que han transformado y ampliado nuestros conocimientos en este campo. . Todo hacía presumir que seguiría con sus investigaciones en las funciones digestivas cuando, inesperadamente, decidió interesarse por la fisiología nerviosa, ya que por entonces era conocido como el científico de los reflejos condicionados, materia en la había trabajado durante muchos años, y que significó un gran sacrificio para su esposa. En la Academia de Medicina Militar, no había espacio para mantener los perros operados; los llevó a su casa y su mujer, Serafina, debió correr con la tarea de cuidarlos. Aquí Pavlov pudo poner en práctica su sistema de tratamiento crónico, de larga duración. Con animales modificados quirúrgicamente, los estudiaba durante meses y, a veces, años.

Había logrado éxito al lograr que al toque de campana un perro se alimentara, porque con el sonido, en ausencia de alimentos, el estómago del animal secretaba los mismos jugos que si el animal estuviera ingiriendo una suculenta comida. Pero, no se crea que esta labor fue el fruto de un trabajo de poco tiempo, Pavlov, empleó años para lograrlo y debió luchar contra muchos envidiosos y enemigos, pese a que debió vivir años de gran pobreza, a tanto que debía plantar en el jardín de la Academia. Curiosamente, tuvo un admirador muy importante: Lenin, que era un eminente psicólogo, al saber de esta insostenible situación, vino en su ayuda, incluso, permitiéndole expresar opiniones que no eran toleradas por el régimen. En 1930 , cerca de Leningrado, le construyeron unos inmensos laboratorios donde podía continuar sus trabajos y en 1935, el gobierno ruso organizó el XV Congreso Internacional de Fi los reflejos condicionados siología, del que Iván Petrovich Pavlov fue nombrado presidente.

El 27 de febrero de 1936 murió uno de los hombres más importante de la Ciencia moderna.