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Las plantas salen del agua

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La explicación más sencilla es esta: La ascensión de las plantas a la tierra ha sido posible por la simbiosis entre los hongos filamentosos acumuladores de agua y las algas productoras de almidón, para formar los líquenes.


Todos los principios están ocultos en la oscuridad. Naturalmente, no sabemos cómo se realizó la conquista de la tierra por las plantas. En todo caso, no fue, como la conquista posterior de la tierra por los animales, ningún acontecimiento dramático; en suma,ningún acontecimiento. Mientras las rocas del fondo del mar, en forma de escollos, subían lentamente, pudieron quedar sujetas las algas y los hongos filamentosos a las rocas húmedas y peladas, y esta simbiosis, que no se estableció en modo alguno para la conquista de la tierra, permitió a las dos clases de plantas mantenerse fuera del agua gracias a la vida en común.

El alga necesita agua, en la tierra se seca; el hongo filamentoso necesita aire húmedo, pues es un receptor de gotitas gracias a sus puntas afiladas; pero precisa de un sustrato que le proporcione almidón. El hongo aporta agua, el alga almidón, y de esta forma se mantienen, ambos en la tierra por simbiosis. Estos hongos-algas se llaman líquenes. Los líquenes son simbiosis de hongos filamentosos desprovistos de clorofila con algas clorofílicas. Poseen una serie de propiedades que los hace adecuados para la exploración de la tierra firme.

Ninguna planta los iguala en capacidad para fijarse. Con ayuda de sus ácidos, a cuya policromía deben la variedad de sus coloraciones, crecen incluso sobre las rocas pulimentadas. Se conforman con una cantidad mínima de luz. Una lluvia ligera es suficiente para cubrir sus necesidades durante un año. Pero aunque la lluvia falte 5 años y parezca que se están convirtiendo en polvo, se rehacen al humedecerse. Como hijos de unas épocas muy antiguas y dilatadas, crecen lentamente y sus colonias se hacen centenarias.

Probablemente fueron durante largo tiempo los únicos habitantes de la tierra firme. El planeta era entonces una esfera de agua, de la que surgían las rocas corroídas por los líquenes, como una piel enferma por las costras de eczema.


Leonardo da Vinci describió en su diario cómo una pared recubierta de líquenes hace surgir como por encanto todas las figuras y fisonomías imaginables. Así puede soñar cada uno de nosotros, cuando contempla el muro de un jardín en el que crecen los líquenes. Pero nosotros somos más afortunados que él, y en esto consiste el progreso de cuatro siglos, ya que podemos ver más que él. Nuestro ojo espiritual ve lo que el ojo corporal no percibe: las algas y hongos invisibles; éstos mientras acumulan las moléculas de agua de la atmósfera, aquéllas cuando elaboran almidón a partir del agua y el anhídrido carbónico, y nuestro recuerdo errante en el pasado considera con un respeto histórico a estos revestimientos de los muros, parecidos al verdín y a la herrumbre, por ser los primeros seres que abandonaron el mar primitivo. Entonces, ocurre el siguiente episodio: Los pantanos se llenan de anfibios del reino vegetal: los helechos, los musgos y los equisetos.


No todos los seres de los tiempos primitivos han conservado el tamaño microscópico. Ya muchas de las primeras algas se aproximaron a los grandes tamaños que pueden alcanzar las algas pardas entre las plantas. Esto es posible porque el agua las sostiene ingrávidamente, las protege de la desecación, y cada uno de sus segmentos puede alimentarse por sí mismo.

En la costa de California flotan algas pardas hasta de 400 metros de longitud. Mientras los líquenes conquistaban la tierra penosamente, palmo a palmo, proliferaban los mares de los sargazos, los primeros bosques de la historia, formados por las algas pardas.


Las algas pardas son los seres de gran tamaño que poseen la estructura más sencilla. Constan esencialmente de una maraña de células filiformes, por lo que se parecen a los hongos filamentosos. Los únicos órganos que producen son los sexuales, los más antiguos que se han encontrado. No hay todavía una gran diferencia entre los órganos masculinos y los femeninos. No son sino cavidades en las que maduran las células sexuales. Antes de salir del cuerpo de la madre comienzan a diferenciarse en su aspecto exterior. Unas forman esferas, los óvulos; las otras, células flageladas,