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La REINA SEMÍRAMIS

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        Un pueblo tomó su nombre de su Dios; su Dios era Assur y el pueblo se llamó asirio. Se sabe que, en el siglo XII a.C., fue gobernado por Teglat Falssar, hecho que se conoce porque resumió su reinado en una larga inscripción e hizo esculpirla en las vestiduras de una estatua erigida en su honor. Más tarde, el pueblo asirio, fue gobernado por Nino, quien conquistó toda la Caldea, la Armenia y el Asia Menor, y llegó hasta la India. Entonces deseó que la capital de su país fuera la más grande del mundo conocido, y fundó Nínive. Los griegos relatan la historia de Nino y Semíramis:

        Ella, nació con el cuerpo de un pez; era hija de una diosa que la abandonó en un desierto rocoso, en un lugar en que anidaban palomas. Y ocurrió que las avecillas se compadecieron de la criatura y la alimentaron robándole leche a los pastores y dándosela en sus picos; más tarde, le traían trocitos de queso.

        Los pastores notaron estas faltas y comprobaron que las palomas eran las ladronas; las siguieron hasta el lugar donde anidaban y descubrieron a una niña hermosísima. La llevaron al Intendente del palacio de Nino, quien decidió llamarla Semíramis, lo que en el idioma sirio significa Paloma. Semíramis, ya mujer, casó con un gobernador de Nino.

        El rey estaba en guerra contra los bactrianos, pueblo que le ofreció una inusitada y larga resistencia, atrincherándose en la fortaleza de la ciudad. Al marchar su esposo con las tropas de Nino, Semíramis lo acompañó y para ayudar a los guerreros, vestida de soldado, trepó por las murallas y abrió las puertas a las tropas y así Nino pudo vencer a sus enemigos. El rey se prendó de la belleza y del valor de Semíramis. Se la arrebató a su gobernador y casó con ella, haciéndola reina. A los pocos años, Nino murió. Semíramis quiso tener una nueva capital y mandó a edificar Babilonia, ciudad a la que rodeó de 66 kilómetros de murallas; también, construyó diques para contener las aguas del Eufrates y evitar las inundaciones.En guerra, Semíramis, conquistó Egipto y Etiopía. Intentó apoderarse de la India, pero no pudo vencer al rey enemigo porque, éste, en su defensa, utilizó elefantes.

        Al regresar a su reino, Semíramis se enteró de que su hijo Ninias, conspiraba para despojarla del trono. No ordenó que lo detuvieran, ni tampoco que lo castigaran: prefirió abdicar en su favor.

        Los griegos cuentan que Semíramis transformada en paloma se fue volando. Su pueblo la adora como a una diosa con forma de paloma.