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ORIGEN del ROBOT   

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            El 1774, Pierre Jaquet-Droz, describió una máquina autómata, es decir, con movimientos propios. Pero casi 150 años más tarde, en 1920, la idea se transformó en una realidad, gracias al checo Karel Capek, que llamó a su máquina robata, palabra que en el idioma checo que significa trabajo.

            En 1956, los ingenieros Engelberger y Devol, habían comprobado que la mitad del trabajo ejecutado por los obreros consistía en llevar materiales de un lugar a otro. Decidieron asociarse con el ingeniero Minks, que era un destacado experto entre quienes experimentaban en máquinas inteligentes. En 1960, nació Shakey, un robot montado sobre ruedas, provisto de una cámara de televisión y de un micro- procesador. Shakey estaba dotado de la capacidad de trasladar objetos pesados de un lugar a otro.

            Entonces, los fabricantes del robot, predijeron que los hombres del futuro dispondrían de una mayor cantidad de horas libres para el ocio, puesto que serían reemplazados por las máquinas automáticas. Al comienzo debieron vencerse varias dificultades. Las primeras máquinas tenían un costo entre 40 y 100 mil dólares y la operación-hora del artefacto era de 6 dólares, cantidad superior al salario de un obrero medio. Defendiendo su posición, decían los fabricantes, que desaparecía la necesidad de capacitar al personal: bastaba dotarlo con un nuevo programa.

            Además, adujeron, que los robots trabajaban siempre a igual ritmo. No necesitaban vacaciones. No requerían jubilaciones. No sufrían ataques nerviosos. No sufrían accidentes. No perdían tiempo tomando café o yendo al baño.No nece- sitaban horarios de descanso. No se quejaban ni del frío ni del calor. No sufrían con la radioactividad ni con los gases malignos. Y, sobre todo, no se declaraban en huelga.

            La primera industria en utilizar robots fue la automovilística, encabezada por la General Motors. Ya se vaticina que antes que finalice el siglo XX, habrá robots capaces de preparar desayuno o comidas y hasta que reemplazarán a los asesores económicos y financieros, por su enorme capacidad para almacenar información, analizarla y proponer una decisión. Es decir, podrán reemplazar al personal de gerencia. Las posibilidades de tener trabajo, también, disminuirán. Hasta hace pocos años, en California, cada temporada, se necesitaban 40.000 personas para recolec- tar los frutos de las tomateras. Pero, empleando el robot-cosechador en la recogida  de tomates, actualmente, solo se contratan 8.000 trabajadores. 

                En 1993, ya se calculaba que los robots de la nueva generación, por lo menos, tendrán capacidad para reemplazar a 5 personas.