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Los tiempos cambian

 

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El aumento de las expectativas de vida, no hace mucho, se consideraba como una señal del progreso de la Humanidad, hoy, en Europa y en el mundo, significa un problema para un muy próximo futuro. La población de mayores en un constante aumento, augura negros nubarrones para el porvenir de los jóvenes de hoy.


Muy distintas eran las preocupaciones de los habitantes del siglo XVIII. También, crecía la población, pero en buena medida este hecho se debía a la disminución de la mortalidad infantil. El historiador británico, Edward Gibbon, en su biografía, escribió: "Que la muerte de un niño recién nacido ocurra antes que la de sus padres, puede aparecer un acontecimiento anormal, no obstante es estrictamente probable. Si tomamos un número cualquiera de habitantes, se verá que en su mayor parte se extinguen antes de llegar a su noveno año, antes de tener plenitud de facultades físicas y morales. Sin que quiera yo acusar el grave despilfarro o la imperfecta elaboración de la naturaleza, me limitaré a observar que esta suerte contraria se multiplicó en contra de mi infantil existencia. Era tan débil mi constitución, tan precaria mi vida, que en el bautismo de cada uno de mis hermanos mi padre se mostró prudente al extremo de repetir mi nombre propio de Eduardo, a fin de que para el caso de un prematuro fin de su hijo mayor, este nombre patronímico continuara perpetuado en la familia".


El aumento de la población en Gran Bretaña coincidió con el rápido aumento de mercancías, pero este fenómeno se produjo en casi todos los países de la Europa Occidental y del Norte. En Inglaterra del siglo XVII y más adelante, junto con el aumento de la población, hubo otros factores, por ejemplo, el desecar ciénagas y pantanos para volver arables viejas y ásperas tierras de pasto, logrando así una mayor productividad de las empresas agrícolas y ganaderas. Hubo quien dijo que, en esta forma, se añadió, sin revolución, más territorio al Imperio, tomándolo de los individuos. Entonces, hubo más tierras para cultivar el nabo lo que hizo posible aumentar el número de rebaños; también se aumentó las tierras sembradas de patatas. La carne del ganado- carne y patata - llegaron a las mesas de los humildes, y fueron factores de mejora de la dieta alimentaria. Este progreso general ofrecía trabajo, es decir, se necesitaba más mano de obra y la necesidad de equilibrar el capital y el trabajo. Esta teoría, ya había sido expuesta en 1668, por Sir Josiah Child "Los países, todos, son hoy día más pobres o más ricos dentro de una exacta proporción a lo que pagan , y han pagado por el interés del dinero," Esto era establecer la relación entre interés, capital y el nivel de vida.

Pero, el problema se ha complicado con el paso de los siglos. La infancia que vivió Gibbon, puede decirse que, hoy, está relegada a los países llamados subdesarrollados, y si el promedio de vida de los trabajadores ha aumentado en los países más ricos, esto, en parte, se debe a los avances de la medicina y a que esta disciplina ha sido establecida como servicio público. Estos servicios sociales se han conquistado tras una dura lucha de muchos años y pueden sintetizarse en las jornadas de 40 horas semanales y en la asistencia médica pública, aunque hay que decir que este servicio se mantiene con los descuentos que se hacen de los salarios de los trabajadores. Pero, esos descuentos, sirven también para pagar a los jubilados. La jubilación está constituyendo un problema, que se deriva del aumento de las expectativas de vida que acarrean crecimiento importante de la población jubilada. Por otra parte, cada año que pasa, disminuye el número de gente que trabaje comparado con el aumento de los jubilados.
Llegará un momento en deberán arbitrarse medidas especiales para mantener el nivel de vida de nuestras sociedades.