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Fuerzas que Forman la Tierra

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En su libro La vida en el Misisipí, Mark Twain observó que el río Misisipí se acortaba un poco más de dos kilómetros cada año. De continuar el proceso, observó solemnemente, que en otros 742 años el río sólo tendría 3 kilómetros de longitud y El Cairo (Illinois) formaría parte de Luisiana.
Aunque esta incursión en la geología contenía varios errores, en ciertos respectos Twain estaba más cerca de la verdad que los antiguos pensadores romanos que llamaban tierra firme a los continentes. Hoy, los geólogos saben que la tierra no es firme. El calor y la tremenda presión del interior del planeta están retorciendo la corteza terrestre y levantando montañas y mesetas. Las fuerzas del viento, el agua, la gravedad, los cambios de temperatura y la descomposición química van gastando las formaciones. En un periodo de 100 millones de años, que no es mucho desde el punto de vista geológico, se puede allanar una importante cordillera. Estos procesos geológicos de construcción y destrucción se producen donde quiera, en la tierra y en el mar, y aunque el Misisipí no ha hecho que El Cairo y Nueva Orleáns estén más cerca de lo que se hallaban en la época de Mark Twain, la forma del planeta ha sufrido otras alteraciones igualmente radicales.

La superficie de la Tierra se remodela sin cesar. Hace unos 500 millones de años, el suelo sobre el que se construyó Boise (ldaho) estaba bajo el mar, y el sitio de la actual Chicago se hallaba en lo alto de una cordillera. En los últimos 600 millones de años, la tierra que hoy ocupa Manhattan ha sido levantada tres veces por las montañas y reducida al nivel del mar. Hoy se están produciendo cambios parecidos en las islas Aleutianas,
donde, entre los torbellinos de la niebla del verano y las tormentas del invierno, los volcanes han levantado y destruido islas varias veces en el último siglo.
La mayoría de las montañas se crean por las deformaciones de la corteza terrestre, que tiene un espesor de 15 a 65 kilómetros. Con el calor y la gran presión, la corteza puede moverse como si fuera masilla dura, levantando la superficie (arriba). De vez en cuando, la corteza se fractura en los puntos llamados fallas; el declive de estas fracturas, junto con el levantamiento, crea las montañas.
Algunas veces, la roca sólida de la corteza terrestre se calienta al punto de volverse líquida. La roca puede salir a la superficie por los cráteres de los volcanes o por las grandes grietas. Gran parte de Wáshington, Oregón y el norte de California está hecha de la lava que salió por estas grietas de la corteza terrestre.