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Las TINTURAS          

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        El púrpura , desde la época de los romanos, era el color de gala en la vestimenta del emperador y de sus nobles; pero, para teñir las telas con el color púrpura, había que importar del Oriente,  único lugar en el que se producía la planta de índigo o de la alazarina - palabra árabe que significa rojizo -.

        Quien llegó a ser Sir William Henry Perkin, fue un muchacho británico aficionado a la investigación, desde muy temprana edad.

        En 1853, los británicos para subsanar las deficiencias observadas en la enseñanza de investigación química contrataron al alemán von Hoffman para dictar su cátedra en el Colegio de Química; en este colegio, Perkin fue alumno suyo. Hoffman, había sido contratado en Alemania, porque por aquéllos años, este país era el centro de las investigaciones sintéticas. Perkin instaló un laboratorio en su propia casa y dedicó todo su tiempo libre a la experimentación. Siguiendo las iniciativas de su maestro - que pretendía sintetizar la quinina - el joven hizo experiencias con un derivado del alquitrán, pero solo obtuvo una papilla pegajosa de color pardo-rojizo. No obstante su decepción por el resultado de su experimento, intuitivamente, decidió agregarle alcohol y, entonces, se produjo una increíble transformación del líquido: éste, adquirió un hermoso color púrpura.

        Perkin, de inmediato, pensó que este líquido podría ser empleado para teñir telas, como la púrpura de los emperadores romanos. Formó equipo con su familia e instaló una fábrica para producir en gran escala su púrpura de anilina Sin embargo, a los modistos franceses les pareció mejor darle al tinte un nombre de fantasía y lo bautizaron con el sustantivo mauve (malva). Mientras esto le ocurría a Perkin, su profesor von Hoffman, también había logrado otro colorante y, una vez más, los franceses hicieron de padrinos y decidieron que ese color fuera llamado magenta

        La Química Orgánica, con Perkin y von Hoffman, había entrado al mundo comercial. Otros laboratorios también participaron en estas aventuras, al extremo que, a mediados del siglo pasado, en el mercado mundial se vendían más de 3.500 colorantes sintéticos.

        Pero, Perkin era un hombre de investigación y a ella volvió al cumplir los 35 años. Logró sintetizar la curamina que olía a heno natural. Y, entonces, nació la moderna industria de la perfumería, aunque el uso de perfumes era antiquísimo. En Egipto, se ha encontrado un papiro del año 2.000, mencionando la mirra y se cree que los pueblos indoeuropeos usaban perfumes hacía ya más de 25.000 años; todavía más, muchos años antes, los chinos, en ceremonias religiosas, ofrecían a sus dioses el incienso y el azmicle.La esencia del azmicle , un aroma de gran poder olfativo, logró ser sintetizada por el checo Rusicka, en 1930, contribuyendo al progreso de la industria de la perfumería.

        La palabra perfume viene del latín por fummun (por humo), ya que el olor proviene de las emanaciones de los aceites o de las materias utilizadas para perfumar.